El carbono es uno de los elementos químicos más importantes
en la naturaleza. Se encuentra en todos los seres vivos y, según se distribuyan
sus átomos, puede formar sustancias con distintas características. A partir del carbono se consigue el grafeno.
Este material surge cuando pequeñísimas partículas de carbono se agrupan de
forma muy densa en láminas de dos dimensiones muy finas (tienen el tamaño de un
átomo), y en celdas hexagonales. Para que te hagas una idea, su estructura es
similar a la que resulta de dibujar un panal de abejas en un folio. ¿Por qué en
un folio? Porque es una superficie plana, de dos dimensiones, como el grafeno.
El grafeno se obtiene a partir de una sustancia abundante en
la naturaleza, el grafito. Ésta, forma parte de nuestra vida cotidiana, ya que
se emplea para fabricar muy variados objetos, desde la mina de los lápices
hasta algunos ladrillos.
Pese a que el grafeno se conoce desde la década de 1930, fue
abandonado por considerarlo demasiado inestable. No fue hasta muchos años
después, en 2004, cuando los científicos de origen ruso Novoselov y Geim
consiguieron aislarlo a temperatura ambiente. Este descubrimiento no fue
baladí, pues gracias a él obtuvieron el Premio Nobel en 2010.
Utilidad del Grafeno
Para poder hacernos una idea de en cuántos campos distintos
puede aplicarse el grafeno, es necesario echar un vistazo a nuestro alrededor y
ver todo lo que nos rodea. Ordenadores, coches, teléfonos móviles y equipos de
música son, por mencionar sólo algunos de ellos, cosas que encontramos
frecuentemente en nuestra vida cotidiana en las que el grafeno se podría llegar
a aplicar.
Por sus propiedades, el grafeno puede servir como material
en la fabricación de aviones, satélites espaciales o automóviles, haciéndolos
más seguros. También en la construcción de edificios, pues los convertiría en
más resistentes.
Pero, sobre todo, destacan sus aplicaciones en el campo de
la electrónica, donde a través de su capacidad para almacenar energía puede
dotar a las baterías de una mayor duración y un menor tiempo de carga,
establecer conexiones más rápidas e incluso contribuir a mejorar el medio
ambiente sustituyendo a materiales contaminantes que hoy en día nos vemos
obligados a utilizar.
No hay que olvidar su relevancia en el ámbito de la salud.
Las prótesis de grafeno podrían sustituir a las actuales, de diversos materiales.
O incluso se podría aplicar para mejorar el tratamiento de algunas
enfermedades.
Por todo esto, no es de extrañar que se diga que su utilidad
es prácticamente ilimitada y que las barreras a su aplicación únicamente son
las de la imaginación humana.
¿Cómo es el material del Grafeno?
Un material revolucionario
El grafeno es un material que combina una gran cantidad de
propiedades que no se dan juntas en cualquier otro compuesto. ¿Qué significa
esto? Que es capaz de mejorar por completo las condiciones de cualquier
superficie donde se aplique.
Y es que es un material muy duro, resistente, flexible y muy
ligero; lo que permite moldearlo según las necesidades de cada caso. Conduce
muy bien tanto el calor como la electricidad; y permanece en condiciones muy
estables cuando se le somete a grandes presiones.
Su futuro en terrenos como la medicina se presenta realmente
prometedor. ¿Un ejemplo de en qué se podría usar? En las máquinas con las que
se realizan las radiografías. Éstas funcionan mediante radiaciones ionizantes,
unas formas de energía que hacen que los materiales que se encuentran a su
alrededor se desgasten muy pronto. Pues bien, el grafeno ofrecería una duración
casi infinita, por lo que la inversión que habría que realizar en la
adquisición del material sería, a la larga, mucho menor.
Pero además, el grafeno es capaz de generar electricidad a
través de la energía solar, lo que le convierte en un material muy prometedor
en el campo de las energías limpias. Para que te hagas una idea de su potencial,
si se construyeran con grafeno las placas solares, podrían generar varias veces
más energía por hora que las actuales. ¿Será este material una de las
herramientas necesarias para superar la crisis energética que previsiblemente
se desatará cuando se agoten las reservas de petróleo?
¿Cómo se obtiene el Grafeno?
Llegados a este punto, seguramente te preguntarás por qué,
si el grafeno tiene tantas cualidades y ofrece tantos beneficios, no se emplea
para mejorar nuestra calidad de vida.
La respuesta es sencilla. Para que conserve todas sus
propiedades, el mineral ha de ser de la mayor calidad posible. Con el método
tradicional de obtención a base de deshojar el grafito con cinta adhesiva, se
consigue grafeno de muy alta calidad, pero la cantidad producida es mínima y
resulta insuficiente para su uso
industrial.
Por otro lado, el empleo de otros métodos para su obtención
enfocados en aumentar la cantidad producida no consiguen un producto con la
calidad suficiente.
Actualmente, se comercializa el grafeno bajo dos formas: En
lámina y en polvo. ¿En qué se diferencian?
• Grafeno en lámina: es de alta calidad y se emplea en
campos como la electrónica, la informática o incluso la aeronáutica, donde se
requiere un material muy resistente. Su producción es actualmente muy costosa.
• Grafeno en polvo: se usa en aquellos ámbitos que no
requieren de un material de alta calidad. Su proceso de obtención es más barato
y permite una mayor producción del producto, pero renunciando a parte de sus
propiedades.
El siguiente gran reto en la historia de este mineral es la
búsqueda de un método de obtención que supere esta barrera. Diversos equipos de
científicos en todo el mundo dedican sus esfuerzos a este fin y aunque los
resultados obtenidos son prometedores, aún queda camino por recorrer.
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